Hitzak – Palabras

Si algo acaba definiendo a un pueblo, le aporta identidad, es su forma de hablar, el idioma que usa y las palabras y expresiones que lo integran. La situación fronteriza de nuestra comarca y la evolución histórica de los idiomas que por aquí han pasado, nos han dejado un acervo léxico que, lamentablemente, debido a la vertiginosa evolución del modo de vida en las últimas décadas, corre peligro de desaparecer. A la uniformidad idiomática que imponen los medios de comunicación, en detrimento de las particularidades locales, se ha unido en los últimos años la revolución tecnológica imparable con su reajuste expresivo, y de todo ello resulta que lo que hasta hace muy poco era lenguaje común de un pueblo como Carcastillo se haya vuelto completamente desconocido para sus habitantes más jóvenes.

La lista de palabras que sigue es un intento de salvar del olvido algo que forma parte de nuestro patrimonio colectivo. La gran mayoría son de raíz castellana y se emplean (se empleaban, más bien) en un ámbito más grande que nuestro pueblo: o son generales del idioma cayendo en desuso por desaparición del modo de vida en el que se usaban, o pertenecen a comarcas más amplias como la propia Navarra, La Ribera o las zonas colindantes aragonesas. Algunas son de raíz vasca, restos del idioma que un día aquí se habló y, por lo mismo, el origen de otras hay que buscarlo en el idioma romance empleado en esta zona antes que el castellano, lo que podríamos llamar romance navarro o, según otras opiniones, navarro-aragonés (antecesor éste del actual idioma aragonés).

Muchas todavía son recordadas por la gente mayor del pueblo, aunque no sean de uso diario. Algunas todavía forman parte del hablar colectivo y podrían salvarse del olvido. Unas pocas han sido de uso local pero nadie sabe de ellas, están sólo en los documentos antiguos. Hay un par que son exclusivas de Carcastillo.

Faltan muchísimas, la lista sería interminable, bien por ignorancia de quien escribe o por no haberles concedido a algunas la importancia para estar aquí. Por lo tanto, se agradecerá la colaboración de quien, interesado por el tema, pueda aportar las que eche en falta o sus comentarios al respecto.

Para confeccionar la lista nos hemos valido de lo escuchado a nuestros mayores y de lo leído en los papeles. Entre éstos, destacar el D.R.A.E. (Diccionario de la Real Academia Española), el Vocabulario Navarro de José Mª Iribarren, el Diccionario Crítico Etimológico de Corominas, el Orotariko Euskal Hiztegia de Euskaltzaindia, el Diccionario Vasco-Castellano de Plazido Mujika, el Diccionario Aragonés-Castellán de O Charraie y de una serie de diccionarios de hablas locales de diferentes pueblos de nuestro entorno, tanto de La Ribera navarra como de las Cinco Villas aragonesas o de La Rioja.

A OJO (ser): impredecible en su comportamiento, que unas veces actúa de una manera y otras de forma diferente. “Fulano es a ojo: ayer ni me saludó”.

A TORNAPIÓN: cierta forma de prestación social utilizada, sobre todo, para faenas agrícolas, en la que alguien ayuda en un trabajo a un segundo a cambio de una futura ayuda recíproca. Ir a tornapión.

ACOTOLAR: terminar algo, acabarlo, dar con ello. “No hay manera de acotolar las habas”. Se usa en aragonés.

AGO: voz que, repetida, se utiliza para jalear o arrear a las cabras. En otros lugares de Navarra la usan para que se estén quietas o llamarlas, es decir, justo lo contario, proviniendo su origen probablemente del vasco Hago! (estate quieto)

¡AGUARTE!: expresión amenazante, contracción de ¡aguárdate! y significado de ¡espera y verás! Para reforzar el mensaje puede ir seguida de algún apelativo con tono poco cariñoso: “¡aguarte, pajáro, t’ai de matar!”

AGUJA ZALMERA: aguja gruesa empleada para coser aparejos de caballerías, o sea, jalmas. Del latín vulgar “salma” (aparejo de caballería)

¿A FIN DE QUÉ?: locución empleada en interrogaciones para averiguar el fin de algo, equivalente a ¿para qué?. “¿A fin de qué has venido esta tarde?”

AHIVARSE(SE): verbalización a partir de la expresión de aviso ¡ahí va, ahí va!, con el significado de advertir a alguien para que se retire de un lugar. “¡Ahiva d’iai!” e incluso, casi nada, “¡Ahive usté d’iai!”

ALADRO: arado. Del latín “aratrum”, por diferente evolución que la que produjo la palabra castellana. Uno de los restos del romance navarro-aragonés hablado en la zona antes de la llegada del castellano.

ALBIRUCHO: albérchigo, albaricoque.

ALDRAGUEAR: chismorrear, difundir habladurías y cuentos de la vida del pueblo. También, entrometerse en todos los espectáculos y sucesos para curiosear. De aquí salen ALDRAGUEO y ALDRAGUERO(A). Además de en la Ribera de Navarra, se usa en pueblos de La Rioja y parece que en algún lugar de Argentina. Según algunos proveniente del latín “ultra guerere” (meterse en negocios ajenos).

AJUNTAR: tener trato amistoso o de camaradería con alguien. General del idioma castellano. “¿Me ajuntas? No te ajunto”.

AMPLO: abrevadero para caballerías existente en el recorrido de una acequia. Procede del latín “amplum” (dilatado), ya que eran lugares donde las filas se anchaba. Hasta el siglo pasado se empleaban algunos, como el Amplo de la Cruz de la Vieja y eorro. En la documentación antigua aparece el Amplo de Lope Soro, en 1626.

ANDRUJEAR: revolver, manosear, a algo o a alguien.

AÑANZAR: adelantar, avanzar en una labor o trabajo con rendimiento. En otros lugares “ananzar” o “enanzar”. Por lo tanto, “añanzo” es adelanto, avance.  El D.R.A.E. da “enanzar” como propio de Navarra con el sentido de “adelantar, avanzar”, derivándolo del latín “in antea” (antes).

ARBOLARIO (A): dícese de la persona atolondrada, alocada. El D.R.A.E.  lo da como en desuso y remite a “herbolario” (botarate, alocado, sin seso).

ARGUILLARSE: enflaquecer, desmejorar, desmedrar, casi siempre por falta de salud o alimento. Con todos sus derivados: “arguillado” (flaco, desemejorado, desmedrado), “arguillo” (desmedro, falta de salud)… Es la variante navarra del aragonesismo “arguellarse”, que Corominas hace proceder del árabe “al-quilla” (carencia, escasez, penuria, miseria), dudando en relacionarlo con el vasco “argala” (flaco).

ARPILLA: herramienta, especie de azada que en lugar de hoja tiene dos, tres o cuatro púas y que se utiliza para descargar o remover fiemo, hierbas… En otros lugares de Navarra dicen “arpo” o “arpa” y en Aragón “arpas”.

ARRAMINGO: pingo, vestimenta estrafalaria, vieja, o fea, que sienta mal.

ARREPUÑO: forma de arrojar, especialmente a los niños, caramelos o dinero en las celebraciones como bodas o bautizos, al arrebato.

ASPEARSE: pronunciado ASPIARSE, es destrozarse los pies debido a largas caminatas o uso excesivo. “Llegar aspiau” es llegar con los pies destrozados. Es deformación de “despearse” (deshacerse los pies).

¿ASUNTO DE QUÉ? o ¿A SANTO DE QUÉ?: mismo significado que ¿a fin de qué?

ATISFA, A LA: en la expresión “estar a la atisfa”, es decir, estar atentos, pendientes de algo. En otros pueblos de Navarra dicen “estar a la atisba”, de donde, por deformación, vendrá la expresión de nuestro pueblo.

ATOBAR o ATOBARSE: entumecerse, quedarse sin poder moverse o caminar, falto de movimiento. Con este significado se emplea en La Ribera navarra, pero el D.R.A.E. la recoge con otro diferente: aturdir o sorprender y admirar.


BADIL: paleta para recoger basura, recogedor. En el D.R.A.E. aparece sólo como “paleta de hierro o de otro metal, para remover y recoger la lumbre de las chimeneas o braseros”. Derivado del latín “batillum”.

BÁLAGO: restos de paja que quedan en el campo tras la siega o en la era tras la trilla.  Es de uso general del idioma y su origen es celta.

BELENA: hueco entre dos casas muy próximas, calleja interior de una manzana. En Carcastillo se suele pronunciar “MELENA”. Se usa, también en euskara, en prácticamente toda Navarra, aunque su origen podría relacionarse con el francés “venelle” (callejón).

BIENZA: o también MIENZA (MINZA en otras partes de Navarra), es la telilla o película fina que recubre los huevos, cebollas… Fárfara. Un huevo blando, con la cáscara poco hecha, se dice que está “en bienza”. El D.R.A.E. la traslada a “binza”, con el mismo significado, en desuso. Hay discusiones acerca de su origen: para unos proviene del francés “mince” (delgado), para otros del vasco “mintza” (membrana fina que cubre los huevos, cebollas…) y Corominas la relaciona con el latín “vincitare” (atar).

BIRICA; longaniza de inferior calidad hecha con las peores partes y vísceras del cuto, entre ellas los pulmones, lo que le da nombre, pues en vasco “birika” es pulmón.

BOIRA: niebla. Procedente del latín “boreas” (viento norte), se emplea con igual significado en catalán y aragonés.

BRAGUERO: ubre de los animales (vaca, cabra, yegua…) Como en aragonés y catalán.

BRUJÓN: chichón, inflamación por golpe recibido en la frente o la cabeza.

BULCO: antojo, capricho, apetencia fuerte por algo, ganas de hacer una cosa determinada. “Tengo bulco de…” En el origen de la palabra posiblemente está el vasco “bulka(tu)” (empujar, impulsar).

BUREO: ajetreo, algarabía, malestar de cabeza en el que parecen oírse ruidos. Del francés “boureau” (oficina, despacho), por su sentido figurado.

BURO: barro arcilloso de color ocre, greda. Del latín “butyrum” (mantequilla).

BUFETE: un pájaro, el vencejo. La palabra es una deformación de “hocete”, por las forma de las alas de dicho ave.


CADO: madriguera. Del latín “cavus” (cavidad, agujero). Como en aragonés y catalán.

CALORÍFERO: utensilio metálico, de latón frecuentemente, largo y estrecho que, lleno de agua caliente se utilizaba para calentar las camas introduciéndolo en ellas.

CAMBRETA: cutera, pocilga, recinto o establo para los cerdos. Es diminutivo de “cambra”, procedente del latín vulgar “cámara” (bóveda), palabra con la que en varias regiones de habla aragonesa o catalana se designan a diferentes aposentos o estancias de la vivienda, por lo general más nobles que  nuestra cambreta. Se usa en otros pueblos de nuestra comarca.

CANDONGUEAR: hacer zalamerías, arrumacos o fiestas a alguien para conseguir algo de él. Al que se dedica a esto se le dice CANDONGUERO. Es palabra general del idioma.

CARRAÑA: dentera. Esta palabra tiene el significado general de “rabia, enojo, ira”, motivo por el cual en nuestro pueblo ha tomado el sentido figurado de “dentera”. En algunos pueblos de La Ribera significa “envidia o manía”.

CASARSE A: expresión utilizada para indicar que alguien ha contraído matrimonio con otro de ora población y se ha ido a vivir a ese lugar. “Fulano se ha casado a Tudela”. Se dice igual en vasco.

CEREÑO: dícese del trigo que al tiempo de la siega está aún algo verde y correoso.

CIRRIA: excremento del ganado lanar y cabrío, cagarrutas. Es palabra prerromana (en vasco se dice “zirria” con el mismo sentido) emparentada con el catalán “xerri”, el aragonés “sirria” y otras variantes de lo mismo.

CLARIÓN: barra de yeso o tiza para escribir en la pizarra. Parece proceder del francés “crayon” (lápiz) con influencia del castellano “claro”.

CODUJO / CODUJÓN – CUDUJO / CUDUJÓN: bulto, apelotonamiento en el extremo de algo, como en el fondo de un saco, un colchón… Posible deformación por metátesis de “cogujón” (cada una de las puntas que forman los colchones, almohadas, serones).

CORROMPIDO (A): ver GOLIDO (A)

COSCOLINA: bellota del coscojo. Del latín “cuscullum” (coscoja). Taal vez sea éste el origen de CASCULI o CASCULÍN, apelativo cariñoso que se llama a los niños pequeños.

COTO (A): cosa o alimento mal cocido. Proviene del latín “coctus” (cocido). “Estas patatas están cotas”.

CRIZAL: dintel de una puerta. En algún pueblo de La Ribera o de La Rioja es el peldaño que da entrada a una casa.

CUACAR: gustar, caer bien una cosa. “No me cuaca esa idea”.  El D.R.A.E. recoge “cuajar” con el mismo significado. Al parecer, en Colombia y Chile se dice también “cuacar”.

CUJAL: sartén pequeña, para freír un huevo. Posiblemente, del latín “cochlear” que por derivación ha dado otras palabras entre las que está “cuchara”. Se emplea en otros pueblos de Navarra.

CULOPOLLO: remiendo mal hecho. Palabra descriptiva de cómo queda el remiendo.

CUNACHO: cierto tipo  de cesto, de mimbre, empleado en la vendimia y también para sacar fiemo.

CURRUCHOSO: arrugado; suele decirse así de la fruta que se ha pasado y toma ese aspecto.


CHAMURRIDO: consumido, reseco, arrugado por la acción del tiempo. Chamurrirse es, pues, arrugarse o encogerse. En otros lugares de Navarra dicen chimurrido. Del vasco “zimurtu” (arrugarse).

CHANDRÍO: estropicio, desguisado, daño, desgracia. Es voz típica de Navarra y de uso general. Se usa también en aragonés. En el euskara hablado en Roncal, Salazar y Baja Navarra significa “jugarreta”. Como curiosidad, Yanguas y Miranda, en su Diccionario de Antigüedades del Reino de Navarra, la trae con el significado de “hombre apto para alguna cosa, aplicado. trabajador”.

CHAPURQUEAR: pronunciado “chapurquiar”, enredar, jugar con el agua, removiéndola. Chapotear.

CHICHULETE: aldraguero, alcahuete.

CHILINDRAJO: andrajo, colgajo de ropa,, harapo. Posible mezcla del vasco “zintzilik” (colgado) y del castellano “andrajo”. En castellano existe “calandrajo”, con el mismo significado.

CHIQUILÓN: ciclán, animal que tiene sólo un testículo. Proviene del árabe vulgar “siqláb” (eunuco), árabe “siqlab” (esclavo, ¡glup!)

CHIRGO: estropicio. Ver CHANDRÍO

CHIRRINCHA: deseo, gana, apetencia de algo. También, envidia. “Txirrinta” es envidia en vasco.

CHORROBORRO: persona de poco sentido, alocada, que piensa poco en lo que hace. Es deformación del vasco “txoriburu”, con igual sentido, de “txori” (pájaro) y “buru” (cabeza).

CHOSNE: cierto tipo de pan especial, tierno y hueco. Para decir que algo está rico, bueno, se usa la expresión “estar más bueno que el chosne”. Del vasco “txozne”, se usa en buena parte de Navarra y en la Rioja.


DESANEJAR(SE): desentenderse de algo, librarse de ello, olvidarse. “Me ha pillado por banda la vecina y no he podido desajenarme hasta ahora”. Es curiosa palabra (parece querer expresar lo contrario de lo que literalmente significaría) que, a pesar de la extensión de su uso con sentidos bastante parecidos en todo el ámbito de habla castellana, no es recogida por el D.R.A.E.

¡DON GRACIAS!: voz de llamada que se gritaba al entrar en una casa, en los tiempos no tan lejanos en que todas estaban abiertas, y que servía para avisar a los habitantes de la misma acerca de la presencia de quien la profería. Equivalente a ¡Ave María purísima! o a ¡A de la casa! Su origen es la deformación del latín ritual cristiano ¡Deo gratias!

DROGA: deuda. De aquí, endrogado (endeudado) y endrogarse (endeudarse). En el D.R.A.E. aparece como propia de Canarias y México.

DÚCIL: orificio, espita que se hace en la cuba para extraer vino y que luego se tapa. Del latín “duciculus” (conducto).

DUELO: en la expresión HACER DUELO, darle a uno lástima o pena, o tener reparos en algo. “¿no te hace duelo tal cosa?”. Con este significado no lo recoge el Diccionario de la Real Academia.


EMPESAR: ser capaz de aguantar el peso de algo: “no me lo empeso”.

ENGUERAR: estrenar algo, sobre todo una prenda de vestir. Se utiliza en muchos pueblos de La Ribera. En el D.R.A.E. aparece la palabra, pero no con este significado.

ENGUNCHAR: manchar, ensuciar con algo alguna cosa. En sentido figurado se usa también como liado, atareado en algún quehacer.

ENTE: tipo gracioso, original, ocurrente, divertido. Con este sentido, es voz típica de Navarra.

ESBARIZAR (-SE): resbalar (-se). El diccionario lo da como aragonesismo. Aunque se emplea en todos los usos de la palabra, ha sido más popular aplicado a los juegos infantiles en los que habría que resbalarse, como por una pendiente, más estando sentado, Así, un tobogán sería un “esbarizaculos”.

ESBURRIAR: espantar o ahuyentar a un animal o rebaño.

ESCAGURRIDO (A): persona débil, floja, que vale poco.

ESCURRUNTAR:

ESFORRECINAR: tarea agrícola de quitar de las vides los vástagos o sarmientos bastardos. La palabra viene de “fornecino”, nombre utilizado antiguamente para designar a los hijos bastardos, proveniente del latín “fornicium” (burdel), y de ahí el sentido figurado de “esfornrecinar” (quitar los fornecinos), que en Carcastillo se dice “esforrecinar”.

ESFULLINAR: quitar el polvo, sobre todo a techos y paredes. El significado original de la palabra sería “deshollinar” pero, por extensión, adquirió el mencionado en esta zona.

ESLARDAR: perder la grasa los embutidos, o la manteca, al derretirse por el calor. Del latín “lardum” (tocino).

ESRAYAR: es la segunda operación de las viñas, después de esforrecinar, que consiste en quitar algunos brotes de la plana.

ESTOPENCIA: se usa en sentido negativo, “ni estopencias”, equivaliendo a “nada de nada”. Su origen está en el sacramento de la extremaunción, de cuando éste se aplicaba con hilas de estopa en lugar de con algodones. “¡No han quedado ni estopencias!”

ESTOCINAR: ver ESTOZOLAR

ESTOZOLAR: descalabrar y, por extensión, estrellarse, caerse alguien. La palabra viene de “tozuelo”, que es la cerviz gruesa de los animales. “Estolozar” es, pues, propiamente, desnucarse, romperse la cerviz. El D.R.A.E. lo recoge como propio de Navarra y Aragón.

EXTREMAR: hacer limpieza y arreglo de las habitaciones. El D.R.A.E. lo recoge como propio de Navarra.


FARIANDADOR: columpio. La referencia más cercana a esta curiosa palabra es que en Cadreita dicen “farianda” al columpio y “fariandarse” a columpiarse.

FARISTOL: persona descuidada en el vestir.

FATO (A): presuntuoso, fatuo (a) (“lleno de presunción o vanidad infundada y ridícula”). Del latín “fatuus”.

FITO: constante, no interrumpido, fijamente. “Mirar fito” o “fito fito” es fijar la vista en algo sin distraerla a otra parte. Proviene del latín “fictus” (fijo).

FARNACA: liebre joven, lebrato. El D.R,.A.E. lo recoge como regionalismo aragonés.

FORCACHA: horquilla de madera; rama de árbol con forma de “Y”. Se llama así también a los palos o troncos terminados en horquilla con los que se apuntalan las ramas de los árboles frutales  para evitar que se desgajen por el peso excesivo. Es palabra latina que proviene de “furca” (horca).

FORNILLA: leña menuda, matas o arbustos utilizados como combustible en cocinas y estufas. Del latín “furnicula” (del horno). En castellano, para lo mismo, por diferente evolución del latín, se dice “hornija”.

FUINA: mamífero mustélido (Martes foina) que en castellano se llama garduña. Es palabra procedente del aragonés.

FÚRBULO (A): persona atolondrada, alocada, de carácter súbito o alborotado. La palabra parece ser deformación de la latina “fukgor” (relámpago) y de ahí que en nuestra zona haya permanecido con el sentido figurado de lo súbito o repentino, en semejanza al relámpago.

FURRUSTRÓN: ver ZURRUSTRÓN.

FUSACA: mujer malcarada, poco tratable, ceñuda, hosca, o también, indómita o desobediente. La palabra se aplica acompañada de otros calificativos, como “mala fusaca” o “menuda fusaca”. Iribarren relaciona su origen con el latín “fuscus” (oscuro).


GALAFATE: pícaro, granuja, pillo.

GALZARRA: muladar, lugar cercano al pueblo donde se arrojan los animales muertos. Se usa en plural (“las galzarras”).

Es palabra propia de Carcastillo. Parece de origen vasco, tal vez formada por “gal” (perder o perdido) y “zaharra” (viejo), lo que da un significado como de desperdicio… No aparece en ningún tipo de diccionario de uso popular del castellano, ni siquiera en el Vocabulario Navarro de José María Iribarren. En euskara (además de los significados de “axila” o “seno”), únicamente se documenta su uso en el dialecto roncalés con el sentido de “cosa perdida hace mucho tiempo”.  Otros pronuncian GANZARRA.

En toponimia, existen lugares con esa denominación en, al menos, Zirauki y en los alaveses Agurain y Aretxabaleta. Se supone que el significado aquí sería equivalente a “galtzada” (calzada) zaharra (vieja), o sea, un camino viejo.

Sobre la antigüedad del uso de esta palabra en nuestro pueblo, hay una curiosa cita de 1327, a consecuencia de un pleito habido entre Murillo el Fruto y Carcastillo, que indicaría que entonces ya se emplearía, o bien con el sentido actual, o bien como un topónimo (el nombre de un lugar) desde el que se generalizó su significado a lo que conocemos en la actualidad. La cita es del Archivo General de Navarra, de los archivos municipales, en concreto del documento 2 de Murillo el Fruto, datado en 1365, y debemos su conocimiento a Peio Monteano. Dice así:

“1327, enero 8. Murillo el Fruto.

Los concejos de Murillo el Fruto (demandante) y Carcastillo (demandado) acuerdan someter sus diferencias a árbitros nombrados por el gobernador de Navarra: abad de la Oliva, Lope Ferrandiz de Opaco (escudero de Santacara) y Pero Sanchiz (alcalde de Mélida).

Los de Murillo el Fruto denuncian que, en vulneración de su derecho ancestral, los de Carcastillo les carnerean ganados cuando, en su ida y vuelta de la Bardena, pasan por la parte trasera de la iglesia de San Esteban de Carcastillo, “que es clamado el lugar Galçarra et por las eras de la villa”. Por ello habían recurrido al gobernador, que en 1326 designa árbitros.

Murillo el Fruto (“Murieyllo Fruyto”) está representado por: Don Miguel Çapatero (alcalde), Yenego Xemeniz de Gazolaz (jurado de infanzones), García Periz (mayoral), Pero Garcia Lucea (jurado de labradores), Andreo Pardo (jurado de labradores), Salvador Ederra (jurado de labradores) y Sancho Sanz (jurado de labradores).

Carcastillo (“Carcastieyllo”) lo está por Sancho Lopiz (alcalde), Gil o Miguel Garceiz (mayoral), Miguel Lopiz de la Cerca (jurado de infanzones), Miguel Alaman (jurado de labradores), Sancho Sanz Cabrero (jurado de labradores), Salvador de Murillo (jurado de labradores), Garceo o  Gateo De Yrriberri (jurado de labradores)”.

No sabemos en qué terminó el pleito.

GANCHERA: rigidez, agarrotamiento de los dedos de la mano, que se quedan recogidos, sobre todo por el frío.

GARAPITO: impuesto municipal que gravaba las operaciones de medición y carga de vinos, vinagres y aguardientes que se extraían de la localidad. GARAPITERO era el encargado de cobrar dicho impuesto y también el medidor oficial de vinos y aceites.

GARDACHO: lagarto. Lo incluye el D.R.A.E. como localismo de Navarra y de Álava.

GARDAMA: carcoma, polilla. La plaga agrícola de “la gardama” la produce cierto tipo de guano, la Spodoptera exigua o rosquilla. El D.R.A.E. lo incluye como provincialismo de Álava y Bizkaia, dando como su origen el vasco “kardamu” (carcoma).

GAYÁN: individuo holgazán, haragán, vago, mal trabajador.

GOLIDO (A): cargante, pesado, latoso, que cansa (es sinónimo de CANSO). Que ya huele, de donde viene la palabra. Con el mismo sentido figurado se utiliza también CORROMPIDO, aunque la utilización de éste es más general,. en otros lugares.

GRANZA: residuos de paja y grano que quedan al cerner o cribar el trigo y los cereales. Se dejaban en montones y se echaban a los animales. Del latín “grandia” (harina gruesa). Es palabra general del idioma.

GUITO: se dice de la caballería mala o inquieta, que tira coces. El D.R.A.E. lo da como regionalismo aragonés, aunque se emplea hasta La Rioja, con la definición de “dicho de un animal de carga. Que es falso”.


ISCÁ: voz que, repetida, se usa para llamar a las cabras.


JETA: grifo, llave o espita por donde brota el agua en la casa o en la fuente, o el vino de la cuba. Del árabe “jatm” (hocico, pico, nariz).

JUTO: seco, enjuto. JUTAR es, pues, secar, enjutar.


LACIO (A): es palabra general del idioma, con el sentido conocido de “marchito, ajado; flojo, débil, sin vigor” pero en Carcastillo, además, significa “tacaño, musido, avaro, cicatero”. Según Iribarren, “es la voz que gritan los chicos en los bautizos y bodas para que les echen dulces o monedas”.

LACO: lugar donde se pisa la uva para obtener el mosto. Del latín “lacus” que en castellano, por diferente evolución, dio “lagar”.

LAMBREÑO (A): persona o animal delgado, esbelto, fino, espigado. No la recoge el D.R.A.E., pero se usa en Aragón, La Rioja y La Mancha, al menos.

LANDA: es palabra que ya no se usa pero que aparece con frecuencia en la documentación antigua del pueblo. Hace referencia a una extensión de tierra, campo no tan bueno para el cultivo por su mala calidad. Es una palabra muy utilizada en muchos idiomas europeos, que el D.R.A.E. da como de origen galo, que se ha usado también en el norte de la península Ibérica y, sobre todo, se usa en euskara, lo que ha dejado apellidos formados con ella y topónimos (Landazuría, El Barranco de Landa,..)

LASTÓN: cierto tipo de planta de la familia de las gramíneas. La palabra proviene del vasco “lasto” (paja).

LAYA: herramienta agrícola  consistente en un mango con dos púas, con forma de h, usado para dar vuelta a la tierra. Se usan por pares, una para cada pie. Es palabra vasca, “laia”.

LITÁN: piojo. En castellano, “lita” es landrilla, sobre todo las del perro.


MAINATE: presumido, pedante, pinturero. Es también un despectivo con el que las clases bajas y los labradores llaman a los hombres de letras o de posición desahogada, a los “oficiales”. La palabra es deformación de “magnate”.

MALACHANDRA: mujer descuidada en los quehaceres domésticos, poco hacendosa. Es palabra compuesta del castellano “mala” y del vasco “chandra” (etxandra = ama de casa).

MARDANO: carnero padre. Como en aragonés.

MARREGA: colchón hecho a base de hojas secas de maíz,, o de hierba, y que era utilizado, sobre todo, por la gente humilde. Jergón. El D.R.A.E. recoge “márfaga” con el mismo sentido y como propia de Aragón. El origen sería el árabe vulgar “márfaga” (almohada, cojín). Si el jergón era grande, era MARREGÓN.

MATACUTO: matanza, acto de matar el cerdo.

MATAPUERCO: presente de diferentes piezas del cerdo con el que se obsequiaba a familiares y amigos tras el matacuto.

MEDRO: pequeños granos blanquecinos que salen en la cara de los niños recién nacidos o de pocos meses y que, popularmente se relacionan con el proceso de crecer, lo que les da nombre. Suele usarse en diminutivo: MEDRICO

MELICO: ombligo. Del latín “umbilicus”.

MIENZA: ver BIENZA.

MONCHA: muñeca de trapo.

MORRÓN: persona a la que le gusta el dulce, laminero, goloso.


NAVEGO: manejo o dirección de un asunto o negocio, ajetreo. NAVEGAR es, pues, moverse, trabajar para conseguir algo.


ÑARRO (A): persona, animal o cosa pequeña, de poca estatura. Se usa en vasco para referirse a la persona de poca estatura.

ÑEQUE: señal, marca que dejan los golpes en las personas u objetos. También, el propio golpe dado con la mano o con los nudillos, capón. Dice el D.R.A.E. que con este último sentido de capón se usa en Honduras.


ONDALÁN: trabajo agrícola de remover profundamente la tierra, sobre todo en la viña. Procede del vasco “ondo” (profundo) y “lan” (trabajo).

ONDÓN: tocón, cepa que queda después de cortar un árbol. Procede del vasco “ondo”, con igual significado.

ORDIO: cebada. Hace tiempo que no es uso común, pero lo ha sido y así figura, alternando con “cebada” en muchos documentos. En la zona mugante de Aragón sí se utiliza todavía. Del latín “ordeum” (cebada).

ORIVEO: juego infantil del escondite, que otros pronunciaban “OLIVEO”. Jugar a oriveo o al oliveo. Es palabra compuesta del vasco “hori” (ese) y del castellano “veo”, es decir, veo a ese.

ORZAYA: ver URZAYA

OTRI: otro. Se usa en frases como “trabajar p’a otri”, “comer a costa de otri”… Diferente sentido al de esta palabra es el de cierta forma de jugar a pelota, llevando el conteo de forma especial, parecida a la del tenis: (“jugar a otris”): l primer tanto vale 15, el segundo 30, el tercero 40 y después se hace “otri”. Se juegan partidas a determinado número de otris y gana el primero que los hace. Al empate a 40 se dice “adós”.


PAIRÓN: objeto, cosa y, por extensión, persona, que está quieta, no se mueve. “Estar como un pairón”. Posiblemente tenga relación con el nombre que se le da en algunos pueblos aragoneses a los cruceros de piedra construidos en la entrada de los mismos, que llaman “peirón” o “pairón”.

PANIQUESA: mamífero mustélido (Mustela nivalis) que en castellano se llama comadreja. Es palabra de Navarra y Aragón.

PANTO: dícese de la persona parada, sosa, abúlica, que permanece extasiada, sin reaccionar. Tal vez de “pantasma” (fantasma).

PEZOLAGA: travieso, pícaro, granuja, sobre todo los niños. No aparece en el D.R.A.E. Se usa también en La Ribera, en aragonés y catalán.

PÍA: falca, cuña o calce que se pone en las ruedas de carros o vehículos para sostenerlos y evitar que rueden. Madera o piedra utilizada para esos fines. Del latín “pedare” (sostener).

PUGÓN: cada uno de los palos aguzados que se colocan verticales en los carros para transportar mies, paja, leña, etc. Es aumentativo de “púa”.

PRE: paga que los padres (u otros parientes o personas mayores) dan a los niños los domingos o días de fiesta, o en ocasiones señaladas. Su origen, tal vez, sea el francés “pret” (préstamo),  que habría producido en castellano un ya en desuso “prest” (parte del haber del solado que se le entregaba en mano semanal o diariamente), que por aquí se quedó en “pre”.


QUELETA: puerta o vallado rústico, hecho de troncos o de palos, que da paso a donde está el ganado. Proviene del vasco “keleta” o “gereta”, con igual significado.

QUINCE: nombre que se le da al avefría, cierta clase de pájaro.


RADER: del latín “radere”, que en castellano dio “raer”, con el mismo significado que éste. Pero, además, con el sentido de “justo” para RADIDO, es decir, “raspado”. Como en aragonés.

RAPATÁN: zagal, ayudante del pastor.  Proviene del árabe “rább ad-dá’n”, que en castellano ha dado la palabra “rabadán”.

RASMIA: ímpetu, coraje, empuje, tesón. Se dice así en aragonés.

RELAYO: barra de hierro utilizada para hacer agujeros para plantar viña. La palabra, posiblemente, es un compuesto de LAYA (ver).

RENEGAR: reñir, regañar, reprender. Con este significado no lo recoge el Diccionario de la Real Academia. De uso generalizado en el sur de Navarra y zonas de Aragón.

RICIO: campo de mies que después de cosechado vuelve a retoñar. Se llaman “ricios” a los nuevos retoños. RICIAR es, pues, dejar un campo para que retoñe tras la cosecha.

RODILLA: almohadilla, trapo en forma circular que se ponían las mujeres en la cabeza para llevar la carga sobre ella. La palabra procede del latón “roda” (rueda), ya que el trapo va arrollado en esa forma. Pero, debido a que lo arrollado es un paño, de esto se deriva el otro sentido que en nuestro pueblo (y comarca) tiene la palabra “rodilla”, el de paño de cocina o trapo para limpiar.

RUEJO: piedra de río, canto rodado. Del latín “roda” (rueda).


SALIR A LA BENDICIÓN: se decía así a la primera salida de casa de la mujer después de haber tenido un hijo, pues a los cuarenta días del alumbramiento debía acudir a la puerta de la iglesia con la criatura y una vela y ahí, el cura, con estola y roquete, le echaba unos hisopazos de agua bendita a modo de purificación y recitaba una oración ritual. Hasta ese día la mujer debía permanecer en su casa. Era costumbre generalizada.

SARRAQUIA: mujer malintencionada, de malas ideas.

SEGUR: hacha. Proviene del latín “securis” (hacha). SEGURETA es, pues, un hacha pequeña.

SOLIMÁN: cosa amarga, mala, de mal sabor. Del individuo malo, mordaz, se dice que “es más malo que el solimán. El D.R.A.E. dice que es “sublimado corrosivo” (del latín “sublimatum”), es decir, cloruro de mercurio, muy venenoso.


TAJABARDAS: herramienta de mango largo que termina en una especie de hoz y que sirve para cortar matorrales y zarzas. Es palabra compuesta del verbo “tajar” (cortar) y de la voz de origen prerromano  “barda” (zarza, matojo y, también, cubierta que se pone sobre la tapia de los corrales).

TARATIÑAS: así, en plural. No sabemos donde localizarlas, pero es el lugar hasta donde se mean las criaturas (“está meado hasta las taratiñas”), o hasta donde se pone alguien de suciedad, o mojado…. (“hasta las taratiñas”), o hasta donde nos tienen de agobiados algunas personas o circunstancias desagradables (“me tiene hasta las taratiñas”).

TARÍN: pequeño pájaro, el lúgano (Carduelis spinus). El D.R.A.E. lo registra como palagra propia de Cantabria. En euskara se dice igual, “tarin”.

TERNA: paño que se usa en las camas o cunas como empapador, sobre la ropa del colchón.

TERRIZO: recipiente utilizado para hacer la colada, con ceniza. Eran grandes, como media tinaja, y tenían un agujero en el fondo para desaguar. Estaban hechos de barro cocido, de donde les viene el nombre.

TOZOLÓN:  caída con golpe fuerte o aparatoso. Propiamente, es aumentativo de “tozuelo”, la cerviz de los animales. (ver ESTOLOZAR).

TUBIENTE: tibio, ni frío ni caliente.

TUBIZO: cepa de los árboles, tocón. Ver ONDÓN.


URZAYA: niñera. Es palabra vasca formada de “haur” (niño) y “zaia” (guardián, vigilante). Variantes parecidas (orzaya, orzalla, aurzaya, urdaya…) se usan en la Ribera de Navarra y en Álava.

USÍN: aire muy frío.


VEDADO (pronunciado vedao): laringe, tráquea, lugar a donde se va la comida o la bebida sin querer y que te hace toser. “Se me ha ido la almendra por el vedao”. Seguramente por similitud de significado con “vedado” (prohibido).

VIZCO: muérdago, planta parásita de algunos árboles, en Carcastillo de los pinos, antes utilizada como comida para las cabras o las vacas. El origen de la palabra es el nombre latino del muérdago, “viscum”.


ZALMA: armazón de madera que se coloca sobre el aparejo de los asnos para sentarse sobre él o para sostener la carga. En Carcastillo, se usa con el sentido figurado de “jiba, chepa”. Proviene del latín vulgar “salma” aparejo de caballerías).

ZAMARRÓN: con esta palabra se llamaban en Carcastillo a los carnavales antes de su prohibición durante el franquismo, “los zamarrones”, siendo propiamente “zamarrón” la máscara de carnaval. Sobre el origen de la palabra, hay controversia: Corominas piensa que puede tratarse de “zaharrón” (persona disfrazada ridículamente), derivado del árabe “sahr” (burlarse o escarnecerse), aunque otros no descartan su posible relación con el vasco “zamar” (vellón del ganado lanar), siendo “zamarrón” un aumentativo, o con el también vasco “zahar” (viejo). “Zamarro” llaman en la Montaña y Zona Media al cubreespaldas de piel de cabra o de ganado lanar. En San Martín de Unx, a lo mismo que aquí se decía “zamarrón”, llamaban “zamarrero”. En otros lugares de Navarra, a la máscara de carnaval le dicen “mozorro”. En otras provincias y con el mismo sentido de máscara de carnaval, se utilizan palabras parecidas: zamarrón, zaharrón, zagarrón, zafarrón, zarrón.

ZANGARRIA o ZANGARRIANA: galbana, pereza, dejadez. Corominas relaciona la palabra con la partícula -zang de “zángano”. Parece que, además de en Navarra, se usa también en Cuenca.

ZARRATRACO: mal vestido, desaliñado, zafio, desgarbado. Probablemente es un compuesto del vasco “zaharra) (viejo). Como curiosidad, mencionar que en el pueblo de Murgindueta (Arakil) se venera a Nuestra Señora de Zarratrako y, al parecer, el nombre le viene de su aspecto poco trabajado, rudo.

ZARRIO (A): sucio, manchado; cosa vieja o de desecho. ZARRIOSO es el individuo que lleva cosas viejas, mal vestido, desaliñado. Proviene del vasco “zahar” (viejo).

ZARTACO: sopapo, bofetada, golpe dado con la mano. Del vasco “zartako”.

ZIQUIÑAR: fastidiar, enredar. Al impertinente y molesto se le dice ZIQUIÑOSO. Del vasco “zikin” (sucio).

ZIRIQUEAR: hurgar, pinchar, meter una púa. Es sentido figurado se usa con el significado de molestar, fastidiar a otro. Del vasco “zirikatu”.

ZURRACO: bolsa donde se guarda el dinero y, por extensión, fortuna. “¡Menudo zurraco tiene ese!”, para decir ¡cuánto dinero tiene!

ZURRUSTRÓN: persona mal vestida, desaliñada. Sucio.